La biodiversidad europea está de luto: el zarapito de pico fino (Numenius tenuirostris), una emblemática ave playera migratoria, ha sido declarado oficialmente extinto. Este trágico suceso marca la primera extinción documentada de una especie de ave en Europa continental en tiempos modernos, según lo confirmó la Asociación para la Conservación de la Naturaleza (Nabu) en Alemania.
El último avistamiento verificable de esta especie ocurrió en 1995 en Marruecos, ya pesar de décadas de esfuerzos de conservación y expediciones científicas, no se encontraron más evidencias de su existencia. Con esto, se cierra un capítulo oscuro en la historia de la conservación, pero también se alza una alerta urgente sobre la crisis ambiental global.
Un zarapito que desapareció ante nuestros ojos: causas de su extinción
El zarapito de pico fino era conocido por su raro patrón migratorio. Según BirdLife International, la especie criaba en Siberia occidental y migraba hacia el Mediterráneo, África del Norte y Asia occidental para pasar el invierno. Esta ruta, que debería haber sido un refugio, se convirtió en una trampa mortal debido a la intensificación de la caza en regiones mediterráneas y la destrucción masiva de su hábitat.
La pérdida de humedales costeros y el drenaje de páramos y pantanos para uso agrícola devastaron las zonas de cría y descanso del zarapito. Además, el cambio climático agravó la situación y alteró los ecosistemas que dependían de la estabilidad climática. Según Zeit Online, esta combinación de factores demuestra cómo las actividades humanas contribuyen directamente a la desaparición de especies.
Nicola Crockford, de la Royal Society for the Protection of Birds (RSPB), expresó la gravedad de esta pérdida:
"Esta es una de las historias más devastadoras que se han producido en la conservación de la naturaleza en un siglo y llega al corazón de por qué The Royal Society for the Protection of Birds (RSPB) y BirdLife Partnership hacen lo que hacen, que es, en última instancia, prevenir la extinción de especies"
Cambio climático y políticas insuficientes: una amenaza para las aves migratorias
El cambio climático ha sido identificado como un factor crítico en la desaparición de muchas especies, incluido el zarapito de pico fino. Según National Geographic, las alteraciones en los ecosistemas a lo largo de las rutas migratorias de esta ave dificultaron su capacidad para encontrar alimento y refugio durante sus largos viajes. Esto no solo afecta a una especie en particular, sino que tiene un efecto dominó en la biodiversidad global.
El informe de BirdLife International también destacó que el zarapito fino es solo una de las muchas especies amenazadas por la falta de coordinación internacional en la conservación de la naturaleza. A pesar de algunos avances, como la creación de reservas y la restauración de hábitats, estas acciones son insuficientes frente a la magnitud del problema.
La extinción del zarapito de pico fino no es un caso único. Según HuffPost, desde el año 1500, al menos 164 especies de aves han desaparecido en todo el mundo, la mayoría en islas. Sin embargo, las extinciones en continentes están aumentando debido a la intensificación de la actividad humana.
Otras especies extintas que recuerdan el impacto humano en la biodiversidad global
Según National Geographic, otras cinco especies han desaparecido en los últimos siglos debido a factores como el cambio climático, la destrucción de hábitats y la caza excesiva. Cada una de estas extinciones nos cuenta una historia de cómo las acciones humanas pueden alterar ecosistemas enteros.
El tilacino o tigre de Tasmania, por ejemplo, fue el marsupial carnívoro más grande de Australia hasta su desaparición en 1936. La caza intensiva, impulsada por su reputación de depredador del ganado, fue la principal causa de su extinción.
Tigre de Tasmania
Por otro lado, el famoso dodo, un ave no voladora originaria de la Isla Mauricio, fue exterminado en el siglo XVII debido a la caza ya las especies invasoras introducidas por los colonos.
El pez mano liso, nativo de Tasmania, se declaró oficialmente extinto en 2020, siendo el primer pez marino moderno en desaparecer. Este pez, que "caminaba" en el fondo marino con sus aletas, sufrió las consecuencias de la contaminación y el cambio climático.
Pájaro Dodo
En Ecuador, la tortuga gigante de Pinta, cuyo último representante fue el icónico Solitario George, se extinguió en 2012 tras años de esfuerzos fallidos por conservar la especie.
Finalmente, el melomys rubicola, un pequeño roedor australiano, fue víctima del aumento del nivel del mar y la destrucción de su ecosistema, siendo la primera extinción atribuida directamente al cambio climático.
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