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Los expertos han hablado: acomodar un colchón sobre otro para dormir tiene consecuencias

  • Foto del escritor: Oscar C
    Oscar C
  • hace 2 días
  • 3 Min. de lectura


Cuando somos niños nada nos duele. Podemos correr por horas y al siguiente día los músculos no lo resienten; saltar de un lado a otro, incluso con zapatos, y nuestras rodillas quedan como nuevas; tener accidentes con golpes feos y apenas sentirlo por unos minutos. Las abuelitas suelen decir que "los niños son de hule".


Mientras creces te das cuenta de que los músculos empiezan a doler, cuando haces ejercicio te empieza a faltar el aire y un día pesado tiene repercusiones al día siguiente. Y una de las decisiones más controversiales que puedes hacer, si es que te acabas de independizar, es omitir una base sólida de cama y pensar que es buena idea acomodar un colchón sobre otro.


Es malo poner un colchón encima de otro


La primera pregunta que te debes hacer es: ¿Por qué poner un colchón encima de otro para dormir? Muchos lo hacen pensando en que mejorarás tu calidad de sueño; otros más afirman que es una solución si es que tu colchón principal se está deteriorando y necesitas una base, en lo que puedes comprar algo mejor. Sea cual sea tu razón, debes saber que no es tan buena idea como imaginas.


Así es, es mala idea poner un colchón sobre otro para dormir. La razón principal es que están fabricados capa a capa para asegurar un correcto descanso a la persona que los usa y hay muchos modelos de acuerdo con la necesidad de cada usuario, entonces al juntarlo esas propiedades se pierden. Es como si quisieras combinar varios tipos de café para obtener un sabor más fuerte, o despertar mejor, y lo único que obtienes es una mezcla rara que puede saber, incluso, feo.


De hecho, cuando lo haces, lo primero que notas es que la base es más blanda, pero esto no implica que seas más moldeable a tu cuerpo, todo lo contrario, está perdiendo firmeza. A esto hay que sumarle toda la movilidad que ahora tiene, porque no hay zonas específicas para repartir la presión de la persona acostada. Como ya dijimos, el colchón pierde sus especificaciones y equilibrio.



A esto hay que sumarle la dificultad para conciliar el sueño, ya que la sensación de inestabilidad perturba la sensación de calma y confort que necesitamos para descansar adecuadamente. Es decir, puede generar incomodidad, lo cual es un fracaso en el intento por relajar el cuerpo y que se prepare para dormir, por ende, afecta negativamente la calidad del sueño.


Otros expertos añaden los problemas en la espalda, ya que esta práctica constante puede provocar problemas lumbares. Nuevamente, los colchones están diseñados para adaptarse a nuestro cuerpo y permitir la posición ergonómica de nuestra columna vertebral; al poner uno sobre otro, la dureza de ambos se combina y provoca que la postura del cuerpo no sea la óptima para la espalda. Si haces esto muy seguido, inclusive puedes provocar lesiones mayores.


Tampoco hay que olvidarnos de la higiene. Quizá no lo esperabas, pero al poner un colchón sobre otro, provocas mayor sudoración nocturna debido a que la misma pérdida de firmeza, haciendo que el cuerpo descanse tenso y, en consecuencia, sude más durante la noche. A esto hay que añadirle que un colchón puede impedir la transpiración del otro, lo que puede provocar la proliferación de hongos o humedad a largo plazo.



Finalmente, y no menos importante, decir que reduces la vida útil de tu colchón inferior, ya que soportar un peso adicional y la presión de otro colchón, lo que desemboca en que la durabilidad del inferior se ve comprometida. También se puede decir que tiene un desgaste prematuro de las capas internas y la estructura del colchón, disminuyendo su capacidad para brindar el soporte necesario y afectando su vida útil general.

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